Conforme Miguel Cabrera se acerca al final de su última temporada en las Grandes Ligas, su camino hacia el Salón de la Fama se vuelve cada vez más evidente. Al igual que otros miembros ilustres de Cooperstown, su carrera ha dejado una huella imborrable en el béisbol.
Vladimir Guerrero Sr.
Este dominicano, quien defendió los colores de los Angelinos y otros equipos durante 16 temporadas, compartió con Cabrera la posición de bateador derecho. Aunque el venezolano supera a Guerrero en varios aspectos ofensivos a lo largo de su carrera, el exjardinero puede enorgullecerse de su promedio vitalicio por encima de .300 (.318), sus 449 jonrones y casi 1.500 carreras impulsadas (1.496). Guerrero fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP) en 2004, ganó 8 Bates de Plata y fue seleccionado en 9 Juegos de Estrellas. Al igual que el astro de los Tigres de Detroit, no obtuvo ningún Guante de Oro.
Chipper Jones
En 2018, Jones fue honrado con su inducción al Salón de la Fama, un reconocimiento a una brillante carrera de 19 años en la que únicamente defendió los colores de los Bravos de Atlanta. Este antesalista ambidiestro ganó la Serie Mundial en 1995, fue nombrado MVP de la Liga Nacional en 1999 y se llevó el título de bateo en 2008. A lo largo de casi dos décadas, fue invitado en 8 ocasiones al Juego de Estrellas y obtuvo el Bate de Plata en dos ocasiones. Sus estadísticas de por vida reflejan un promedio de bateo de .303, con 468 jonrones y 1.623 carreras impulsadas.
Ken Griffey Jr.
Su swing es considerado uno de los más hermosos en la historia del béisbol, lo que lo convirtió en un respetable bateador durante sus 22 años de carrera en las mayores. Griffey Jr., quien ingresó al Salón de la Fama en 2016 con el 99.3% de los votos, no fue una sorpresa. Este exjardinero y bateador zurdo dejó una marca duradera con los Marineros de Seattle, Rojos de Cincinnati y Medias Blancas de Chicago antes de retirarse en 2010. Su promedio de bateo vitalicio fue de .284, acompañado por 630 jonrones y 1.836 carreras impulsadas. Griffey Jr. ganó 7 Bates de Plata, 10 Guantes de Oro, fue nombrado MVP en 1997 y participó en 13 Juegos de Estrellas.
Cabe destacar que estos tres jugadores del Salón de la Fama, al igual que Miguel Cabrera, han dejado un legado impresionante en el béisbol y sus habilidades en el diamante los convierten en figuras inolvidables para los fanáticos del deporte rey.