El jugador originario de Maracay tuvo la oportunidad de enfrentarse a esta escuadra durante sus dos primeros años en las Grandes Ligas.
Cada jornada que avanza y en cada turno que protagoniza, la leyenda de Miguel Cabrera continúa su expansión ilimitada en las Grandes Ligas. A pesar de que en esta temporada no ha exhibido la totalidad de su poder ofensivo que lo caracterizó durante largos años, tanto los aficionados como los equipos de otras divisiones se han unido en un único sentimiento para rendirle homenaje en sus últimas apariciones como jugador activo.
No obstante, solamente una franquicia no le dirá adiós en sentido estricto, y esa es la organización de los Expos de Montreal. Importante resaltar que a partir de la temporada 2005 se mudaron a Washington bajo la denominación de los Nacionales, si bien su esencia radicaba en ser la primera franquicia en tener su sede fuera del territorio estadounidense (Canadá).
En la actualidad, el jugador maracayero es el último pelotero en actividad que ha competido contra los Expos, un dato que quedará anotado en los registros históricos de las Grandes Ligas.
Los primeros pasos de Cabrera en las Grandes Ligas fueron con los Marlins de Florida el 20 de junio de 2003, aunque no fue sino hasta el 11 de julio cuando se midió por primera vez ante los Expos, en el estadio Olímpico de Montreal. En ese enfrentamiento de tres juegos, logró conectar únicamente un hit en nueve oportunidades, anotando una carrera, impulsando dos y consiguiendo un doble, dos boletos y tres ponches.
En el año 2004, durante la temporada en que el equipo se despedía de las Mayores, Cabrera enfrentó por última vez a los Expos el 29 de septiembre, también en Montreal. En esa ocasión, tuvo un rendimiento de 4-1, con un jonrón, dos carreras anotadas, una carrera impulsada, un boleto y un ponche.
En términos generales, el pelotero venezolano tuvo un promedio de bateo de .250/.329/.474 en 31 encuentros, acumulando siete dobles, siete cuadrangulares, 19 carreras anotadas, 19 carreras impulsadas, 10 boletos, 25 ponches, una base robada y 31 hits en 111 turnos al bate.