La gesta de este venezolano quedaría grabada en los anales de su equipo en el mundo del béisbol de élite.
Corría el 25 de agosto de 1998 cuando Alex González, el ex campocorto venezolano de los Marlins de Miami, logró un hit que marcaría un capítulo histórico en su debut en las Grandes Ligas. Desde hacía tiempo, su nombre resonaba como uno de los talentos más prometedores en la mente de la organización.
Con 46 años a sus espaldas, González se convirtió en el protagonista indiscutible de ese partido al conectar su primer imparable como profesional, un impresionante cuadrangular que surcó los cielos tras enfrentar los lanzamientos del zurdo Donovan Osborne. Fue en el octavo inning de un enfrentamiento contra los Cardenales de San Luis, y su batazo cambió el rumbo del juego a favor de su equipo.
La hazaña trascendió las fronteras del terreno de juego, dejando una marca imborrable en la historia del béisbol venezolano. Alex González pasó a la historia como el primer pelotero criollo en disparar un jonrón en su debut en las Grandes Ligas, asombrando a todos los asistentes en el estadio con su destreza en el plato.
Esa actuación memorable fue solo el comienzo de una carrera que abarcaría 16 temporadas, durante las cuales obtuvo el honor de participar en un Juego de las Estrellas y se consagró con una victoria en la Serie Mundial de 2003. En los años siguientes, González se convirtió en un pilar constante en la alineación de los Marlins, vistiendo su uniforme de manera ininterrumpida durante ocho emocionantes temporadas.